sábado, 19 de marzo de 2016

Comentario Personal Crítico

La ruta del Ébola empieza en nuestros coches

Autora: Lorena Costas Caride

El presente artículo publicado el 23 de Noviembre del 2014 por Gustavo Duch, nos muestra una nueva línea de investigación de carácter moral que pretende justificar y demostrar que el Ébola, como enfermedad vírica relativamente actual, se generó fruto de la explotación industrial de motivaciones puramente económicas. Por ende, podemos afirmar que estamos ante un círculo de relaciones monetarias y sórdidas que explotan lo más bajo y tradicional para llegar a lo más alto y artificial.  Es decir, aludiendo a los hechos reales que propiciaron el regeneramiento de esta enfermedad, la justicia ética señala como culpables a diferentes inversores internacionales que situaron diversas plantaciones de monocultivos de plantas aceiteras sin advertir los riesgos medioambientales y sanitarios de dicha acción. Ya que, recurriendo a la investigación y la responsabilidad civil, este tipo de plantación realizada de manera amplia a lo largo del tiempo, puede derivar en una plaga de murciélagos frugívoros del bosque, los cuales,  pueden portar diversas enfermedades dañinas para el ser humano. En mi opinión, caeríamos en la ignorancia y la inocencia al pensar en una irregularidad sin conciencia. Dicho en otras palabras, considero que las personas responsables de este proyecto están dotadas de multitud de recursos para conocer esta teoría y poder llevar a cabo una acción más responsable. Sin embargo, si el beneficio se transforma en el diamante del siglo XXI, en este caso, la gasolina, la ética profesional humana se deshincha y queda relegada al plano de la falsa ignorancia y la estrategia de mirar hacia otro lado.
En relación al medio ambiente, decir que el principio de esta crisis fue una manipulación de la vegetación en favor de un objetivo desmesurado, en el cual, la naturaleza ha reaccionado de forma negativa. Se puede advertir de manera metafórica que el propio medio ha respondido a la barbarie del ser humano y ha luchado contra su manipulación. Por ello, no estamos ante consecuencias humanas, sino ante causas sociales que original un mal natural.
Hemos asistido a una barbarie donde han muerto miles de personas, y esta noticia ni siquiera ha sido distribuida a nivel global. No está en el conocimiento público. ¿Por qué? No interesa. No mueve dinero. Y lo más ilógico y aterrador es como la sociedad en general, cree que la culpa de esta enfermedad es la propia población que más ha sufrido las consecuencias de la manipulación capitalista. Y de nuevo me pregunto, ¿por qué? Porque no pueden defenderse, porque no poseen todos los recursos necesarios para proclamar la justicia de los hechos reales sin manipular. Esta forma acrítica de operar a gran escala, solo aumenta la distancia de desarrollo entre los países con menos recursos y los más desarrollados. Por ende, languidece la motivación de una sociedad más igualitaria y global donde todos y todas estemos al mismo nivel. A mi juicio, creo que si la sociedad en su conjunto fue más coherente e igual, tendríamos un mayor arsenal de recursos y herramientas para crecer y vivir en el mundo.


 



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